Historia del blues (Parte V)

Revival Del Blues E Hibridaciones

Otra de las consecuencias del interés blanco por el blues, va a ser la búsqueda y el relanzamiento de las carreras de los músicos del blues rural acústico. A finales de los años 50 nadie sabía si toda la gente que había grabado a partir de los años 20 seguía viva y a qué se dedicaba. En los años 60, los coleccionistas de discos se dedicaron a buscar a estos músicos en el Sur para ofrecerles grabaciones y conciertos. Esta situación dio lugar a anécdotas muy curiosas. De hecho, en 1963 el primero que se encontró fue Mississippi John Hurt, que había grabado una docena de canciones en 1928 para el sello Okeh. Dos folcloristas, Mack McCormick y Tom Hoskins investigaron su pista a través de una canción suya que se llamaba Avalon Blues. Empezó a tener una serie de oportunidades de las que no había gozado en toda su vida, aunque tenía más de 70 años y este periodo le duró hasta su muerte en 1966.


También en 1964 volvió a la luz Skip James que también llevaba más de 30 años sin grabar. Tocó en el Festival Folk de Newport y a partir de ahí grabó más de 100 canciones a pesar de estar gravemente enfermo, hasta su muerte en 1969. El caso más curioso de estos personajes y también el más duradero fue el de Son House. Cuando los descubrieron, en 1964, llevaba unos 20 años sin tocar la guitarra, era alcohólico, y además tenía un acusado temblor en las manos. Es más, cuando lo encontraron renegaba del blues. Es muy curioso porque al ver que no conoce sus propias canciones, un joven músico de blues llamado Alan Wilson (que fundará Canned Heat), se encerró en una habitación con él para re-enseñarle sus canciones. Después de esto Son House estuvo tocando y cantando durante prácticamente 15 años. Se retiró a finales de los 70, aunque vivió hasta finales de los 80.


Todo este revival del blues acústico se basó en una rígida oposición entre entretenimiento y arte, tendencia muy habitual en estos años. Durante los años 60 esta oposición va a quedar clara. La búsqueda de este blues auténtico en los años 60 siguió de una diferenciación del blues y el Rock, música inauténtica. En este sentido, igual que hay un gusto por lo exótico y lo arcaico, estos coleccionistas de discos e historiadores mejor, se interesaron por el blues cuanto más desconocido mejor, y cuanto más antiguo mejor, lo que Elijah Wald cita como la inversión de jerarquías del blues, es decir, cuanto menos se vendía en 1928, más van a valorar los coleccionistas de discos estos músicos en los años 60.


Este revival del blues supone cambios muy importantes tanto a nivel racial como de género. Por una parte, el blues dejó de ser una música fundamentalmente negra para convertirse en una música dirigida a un público blanco. El blues que le interesaba a la comunidad negra era el eléctrico, que ahora era discriminado por las discográficas y la gente blanca. De hecho, es muy curioso que mientras ocurre este revival del blues en los 60 y 70, la juventud negra escucha soul, disco, hip-hop y rap. Por otro lado, supuso una cuestión muy importante en lo tocante al género. El público femenino era el principal consumidor de blues eléctrico, pero a partir de esta época se convierte en lo que es hoy, una música dirigida y consumida por varones blancos. Con todo, no todos los agentes involucrados en el revival tienen la misma actitud, el mismo imaginario.

De hecho, los músicos del blues-rock van a ser importantes revitalizadores de la carrera de los artistas de blues eléctrico y Ryhthm and Blues. Muddy Waters y John Lee Hooker por ejemplo, vieron relanzadas sus carreras gracias a músicos de blues-rock. John Lee Hooker grabó un disco en los 70 con Canned Heat, cuando su carrera ya estaba en franca decadencia. Muddy Waters al final de su vida, se asoció con Johnny Winter, el guitarrista albino, de 1977 a 1981 y publicó algunos de sus discos más exitosos, sobre todo a nivel global.

Si el auténtico blues es aquella música desarrollada por los músicos del Deep South entre los años 20 y 40, y cuanto más antiguo mejor, y los estilos posteriores a la Segunda Guerra Mundial son sólo degeneraciones y contaminaciones, la consecuencia principal de ello es que se convierte una música de museo. La gran paradoja de las publicaciones periódicas sobre blues es que se han convertido en sus principales difusoras, siempre y cuando se considera blues esa música anterior a los 60 (este es el caso de Peter Narváez en la revista Living Blues, que sólo se ocupa de músicos negros hasta los años 60 y algunos de Revival ya entrados los 70). Para el blues en la práctica esto significa que es uno de los géneros, si no el género, más estancado, con menos variaciones desde los años 60. Las únicas innovaciones o variaciones del blues desde los años 70 se han producido por acercamiento a otros géneros o estilos, es decir, por hibridación, pero por hibridaciones que prácticamente ya estaban hechas en los años 60.

Esto ha derivado en que el blues de los últimos 40 años presente muy pocas variaciones a nivel formal, lo que no quita que el blues seguramente nunca se haya difundido y escuchado tanto como hoy, y eso deriva en buena medida de un segundo revival que va a haber desde los años 80. Hay autores que lo consideran un coletazo del anterior revival.

Este segundo revival del blues va a determinar la presencia del blues hoy día. Se debió a varios factores. En primer lugar al cine. Algunas películas como The Blues Brothers (1980) y The Commitments de Alan Parker (1991) son muy representativas ya que en lugar del blues, aunque se cite a menudo, lo identifican con el soul prácticamente. De hecho las grandes estrellas que aparecen en The Blues Brothers son Aretha Franklin, James Brown, Ray Charles, etc., es decir, identificados con el soul. Además el público identifica ese “tipo de blues”, ya que el soul creció como oposición al blues anterior a los años 40. En segundo lugar la reedición en CD de grabaciones anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Esto fue una sorpresa bastante notable para las discográficas, especialmente con las grabaciones de Robert Johnson. Se había sacado en 1961 unos Lp con las grabaciones de Robert Johnson de los años 1936-37 y habían vendido escasamente 20.000 copias, con lo cual, cuando se volvieron a sacar en CD no se tenía demasiadas expectativas. No obstante, en 1990 vendieron en su primer año 500.000 copias, un tercio de ellas en Japón. Esto les dio bastantes pistas a las discográficas, que empezaron a reeditar material que ya tenían.

Por último, una serie de grabaciones nuevas que van a enmarcarse dentro de la tendencia del soul-blues. Dos de ellas van a ser muy importantes, Downhome Blues, de Z.Z. Hill (1982) y The Blues Is Alright, de Little Milton (1984), ya que por primera vez va a haber un sector de público negro joven que se va a interesar por estos discos. Eso sí, este fenómeno va a estar muy localizado en la zona de Mississippi. La discográfica era Malaco Records. A partir de estas dos canciones, va a haber dos discos que van a marcar una nueva etapa, Texas Flood, de Stevie Ray Vaughan (1984) y Strong Persuader, de Robert Cray (1986).

Estos discos van a marcar una nueva etapa de público amplio para el blues posterior a los años 70. Eso sí, van a tener características muy peculiares. Precisamente, salvando la gran figura omnipresente y todavía pujante de B. B. King, los dos bluesman más importantes desde los años 70 van a ser estos dos, con tendencias muy distintas. Stevie Ray Vaughan tendrá una carrera muy corta debido a su muerte en un accidente de helicóptero, y Robert Cray sigue liderando hoy día las listas de blues. Otra figura relevante en el panorama actual es Buddy Guy, aunque su música es muy parecida a la de Muddy Waters, como sucesor del blues eléctrico de Chicago. Stevie Ray Vaughan es prácticamente una sucesión de la carrera de Jimi Hendrix o Eric Clapton. Era un gran guitarrista, con una voz muy limitada.

Análisis de Nothin` But a Woman


Nothin` But a Woman, del disco de 1986 Strong Persuader es uno de los mayores éxitos de Robert Cray. La instrumentación está compuesta por voz, dos guitarras eléctricas, batería, bajo eléctrico, dos saxos, dos trompetas y trombón. En cuanto a textura, se comienza con un riff de guitarra, al cual se van sumando progresivamente la batería (2-4), el bajo y un riff de viento (esto es una clara influencia del soul y el funk). El uso de varios riff que se superponen, entre guitarras, bajo y viento es algo muy propio del funk que va a pasar al pop de los años 80 por completo. Esto hace de introducción antes de la entrada de la voz. Las estructuras son de 16 compases, con forma A (4 compases en C7)- A(4 compases en C7)- B (8 compases 2 + 2 + 1 + 1 + 2 en F7 + C7 + G7 + F7 + C7), donde B hace de estribillo. La voz es muy limpia, depurada, con cierta sonoridad negra, muy en la línea de los cantantes de soul de la Motown de los 60, Malaco, etc. Tiende al ámbito agudo, y al final tiende a hablar y reír mientras los instrumentos tocan. Esto es muy típico del soul y el funky. El solo de saxo tenor, es muy portamentado (al igual que la guitarra), que no usa casi nunca alturas muy concretas porque normalmente improvisa sobre muy pocos acordes (a diferencia del jazz). Es un estilo de tocar, tanto trompeta y saxo, que se va a generalizar con el soul. De hecho estos músicos son conocidos como The Memphis Horns, unos músicos de estudio muy conocidos en los años 60, que tocarán para la Motown. Estos solos pasarán tanto al pop como al rock. La guitarra es similar. Las blue notes son habituales, sobre todo en los finales de verso, tanto en la guitarra como en la voz. Hay un juego muy típico del blues entre Mi bemol y Mi natural. La batería es 2-4, pero en voz, saxo y guitarra hay swing. Saxo y guitarra tienen licks constantemente.


Tras los años 80 y el segundo revival que se produce tanto en el cine, como con la reedición de grabaciones antiguas, como con el éxito inesperado de algunos temas de blues, van a ser muchas las discográficas (MCA, sucesora de Chess, Columbia, Rhino, sello clásico de blues y jazz) que decidan a reeditar antiguas grabaciones de las que en buena medida vive el blues hoy. Por otra parte, ha habido una recuperación de los artistas vivos (que no son muchos debido a la mala vida de éstos), que han tenido un gran éxito con la recuperación de sus grabaciones. Un ejemplo de esto es John Lee Hooker, que en 1989 publicó The Healer, con el que tuvo un éxito totalmente inesperado. También Eric Clapton en 1992 saca Unplugged, otro éxito de público.

Por otro lado, se han creado discográficas muy específicas, que graban y reeditan sólo blues o bien blues y algún otro género más, pero haciendo del blues su principal negocio. Alligator, Ruf o Norhern Blues son algunas de las más importantes. Hay algo que era muy poco común en los años 80 y desde los años 90 está volviendo a ocurrir, y es la programación regular de blues en locales y salas, aunque muchas veces vaya unida a la programación de jazz.

Se han creado además revistas específicas, siendo la más importante a nivel general Living Blues, con una visión muy particular. Hay una revista académica muy importante, la Black Music Research Journal, que también publica algunas cosas de jazz. Es una revista muy buena, y es la referencia fundamental para el blues, y para alguna parte del jazz. Por otra parte se han creado una serie de páginas web específicas, como The House of Blues, Blues World o La hora del Blues. Dan mucha información acerca de autores, y sucesos actuales del blues.

En resumen, con todo esto, después del segundo revival, el blues nunca ha estado tan presente como ahora, a pesar de que sea un género que está muy fosilizado. Se ha convertido en un género que vive en una cierta tricotomía, que es la siguiente: por un lado el blues auténtico, para quienes defienden su existencia, es una música muerta; por otro lado, para quienes el blues como música negra está vivo y es una música extraordinariamente cercana al soul, y por otro, hay un blues muy activo e interesante de músicos blancos, que cuenta además con una participación muy considerable de mujeres. Tres de ellas, fundamentales en la escena del blues actual, son Rory Block, Sue Foley y Bonnie Raitt. Eso sí, siempre hay una gran influencia del soul y del pop en todo este fenómeno.


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