Cómo ajustar tu guitarra desde casa: consejos prácticos
Ajustar una guitarra es un proceso importante para cualquier guitarrista. Es esencial para lograr un buen sonido y para asegurarse de que la guitarra se toca sin problemas.
Sin embargo, no siempre es fácil hacerlo bien y, a menudo, requerirá la ayuda de un profesional. Pero si estás dispuesto a meter mano en tu guitarra, aquí hay algunos consejos prácticos para hacer algunos ajustes en casa.
Antes de comenzar, es importante identificar los síntomas de tu guitarra y hacer un análisis para detectar qué necesita. Un problema común es la curvatura del mástil, que puede ser causada por cambios en la temperatura y la humedad. Si notas que las cuerdas están demasiado altas o bajas en algún traste, es probable que necesites ajustar el alma o la curvatura del mástil. Sin embargo, es importante recordar que algunos aspectos, como la cejuela y los trastes, son más sofisticados y deberían dejarse en manos de un experto.
Una vez que hayas identificado los problemas, puedes comenzar el proceso de ajuste. El ajuste general implica limpiar y cambiar las cuerdas, ajustar el alma y la curvatura, y revisar la acción y el octavado. Recuerda siempre limpiar la guitarra con productos adecuados y elegir las cuerdas adecuadas para tu guitarra.
Es fundamental recordar que, si bien puedes hacer algunos ajustes en casa, no todos los problemas de la guitarra se pueden solucionar de esta manera. Si tu guitarra requiere reparaciones más complejas, es mejor llevarla a un luthier profesional.
Cómo hacer la limpieza de la guitarra
La limpieza de una guitarra es esencial para mantener su buen estado, y cualquiera puede y debe hacerlo sin ser un profesional. Es importante saber qué productos utilizar y en qué orden para evitar dañar el instrumento.
La suciedad en una guitarra puede provenir de factores externos e internos, como la exposición a la atmósfera, la sudoración o la acidez de la piel, entre otros. Según el pH de cada persona, será necesario limpiar con más o menos regularidad. Algunos productos de limpieza pueden ser corrosivos y dañar el acabado de la guitarra si se usan incorrectamente.
En cuanto a los productos de limpieza, existen diferentes opciones, como los trapos suaves, gamuzas de microfibra o camisetas de algodón.
La nafta es uno de los mejores desengrasantes y limpiadores para guitarra, válido para la mayoría de las partes del instrumento, pero es más adecuada para diapasones sucios y zonas grasientas. Para su aplicación, es recomendable utilizar un cepillo de dientes para quitar toda la porquería acumulada y, posteriormente, pasar papelitos para quitar los residuos.
Tras su secado, se puede dar un hidratante de madera, como el aceite de limón.
Finalmente, los pulidores de guitarra son crema que se venden en pequeños botes y que contienen cera para proteger y dar brillo al instrumento. Es importante elegir un producto de calidad para asegurar su efectividad, como los kit de limpieza de Dunlop, uno de los más usados.
Cambiar las cuerdas a la guitarra
Una cuerda bien colocada no solo se ve mejor en las clavijas, sino que también ayuda a que la guitarra se afine y suene mejor. Uno de los principales culpables de un sonido irregular en una guitarra son las cuerdas mal colocadas.
Existen diversos métodos para colocar las cuerdas de manera profesional, pero uno de los más comunes es el siguiente:
Insertamos el extremo más delgado en uno de los canales del puente y lo llevamos hasta que la bola del extremo quede anclada en su base. Las cuerdas españolas no tienen esta bola, por lo que debemos trenzar 3 o 4 giros a través del extremo para que quede fijo.
Una vez anclado, insertamos el extremo superior en la clavija correspondiente. Sin embargo, no debemos dejar un margen de medio palmo de cuerda sobrante.
Hacemos un anillo completo a través del perfil de la cuerda y luego vamos apretando la clavija, creando nuevos anillos siempre hacia abajo. Es importante tensar la cuerda mientras apretamos la clavija para que tome consistencia.
Para terminar puedes cortar con un alicate los extremos sobrantes y un tensor y girador de clavijas para hacer el proceso de manera más rápida y eficiente.
Si quieres ver en vídeo cómo cambiar paso a paso las cuerdas de tu guitarra te dejo aquí un enlace a mi canal de Youtube.
Cómo ajustar el alma de la guitarra
Después de cambiar las cuerdas de la guitarra, es importante comprobar si el mástil ha cedido o si ya estaba fuera de su posición correcta. En caso de que el mástil no esté recto, esto puede afectar la fricción de las cuerdas en el diapasón.
La solución para este problema es el alma de la guitarra, que es una barra de acero que recorre todo el interior del mástil y le da rigidez. El alma también nos permite ajustar el ángulo de curvatura del mástil, que puede cambiar debido a la tensión de las cuerdas o a los cambios de temperatura.
Es fácil detectar si el mástil ha variado su curvatura, ya que la acción de las cuerdas puede cambiar de un día para otro. En este caso, es necesario ajustar el alma.
Aunque a veces se puede modificar el alma como solución rápida, lo ideal es que el mástil esté recto y los trastes estén a la misma altura que el cuerpo.
Ajustar el alma puede parecer intimidante, pero es un proceso sencillo que se puede hacer normalmente con una llave Allen de 3 milímetros. En las acústicas, el acceso se encuentra dentro de la boca, en las eléctricas sobre la pala, y en las españolas no hay acceso porque no están sujetas a tanta tensión.
Para corregir la curvatura del mástil, se puede apretar o aflojar la llave en la ranura giratoria. Apretarla a la derecha hace que el mástil se tense y la fricción de las cuerdas disminuya, mientras que girarla a la izquierda arquea el mástil hacia dentro y aumenta la fricción de las cuerdas.
Cómo ajustar la altura o acción de tu guitarra
En las guitarras eléctricas y de caja se puede ajustar fácilmente con unos tornillos en el puente, pero en las acústicas es más complicado, ya que solo se puede cambiar gradualmente con correcciones en el alma. Pero eso no significa que no puedas encontrar la altura adecuada para ti.
La acción es muy subjetiva y depende del tipo de música que toques y del estilo de ejecución que tengas. Los rockeros suelen preferir acciones bajas para hacer solos más rápidos, mientras que los jazzeros prefieren acciones más altas para tener un sonido más definido. Pero al final del día, lo importante es encontrar la altura que te funcione mejor.
Si vas a comprar una guitarra, te sugiero que elijas una con una acción que esté cerca de lo que necesitas, para que no tengas que hacer cambios muy radicales. Si la acción está muy lejos de lo que necesitas, una opción podría ser comprar una cejuela de mayor o menor altura para ajustarla a tus necesidades.
Si necesitas una modificación más precisa, puedes acudir a un luthier para que lime los canalillos de las cuerdas o ajuste el alma. Pero ten cuidado, porque si te pasas apretando o aflojando el mástil, podrías provocar problemas en el diapasón y que algunas cuerdas queden demasiado altas o bajas.
En cualquier caso, lo importante es encontrar la altura que te permita tocar cómodamente y obtener el sonido que deseas. No bajes tanto la acción que provoques trasteos, pero tampoco las subas tanto que te cueste trabajo hacer acordes.
Cómo octavar o quintar la guitarra
Después de ajustar la curvatura del mástil y nivelar las cuerdas, el siguiente paso en el proceso de ajuste de la guitarra es la octavación.
La octavación (conocido también como “quintaje”) es un proceso esencial que nos permite encontrar la afinación más precisa para cada cuerda. La afinación no solo se trata de ajustar el tono utilizando el clavijero, sino también de encontrar el punto medio de la cuerda en el traste 12.
Todas las guitarras tienen una escala determinada que es la distancia entre el puente y la cejuela. El traste 12 debe ser el punto medio de la cuerda desde ambos puntos de contacto. Cuanto más larga es la escala, mayor es la tensión y, por lo general, más brillante es el sonido producido. Este contraste es evidente en las guitarras eléctricas, donde se puede comparar el sonido grueso de las Gibson de 24 y 3/4 pulgadas de escala corta con el sonido agudo de las Fender de 25 y medio pulgadas de escala larga.
Las guitarras españolas y los bajos tienen una escala de entre 25 y uno y medio y 34 y uno y medio pulgadas. En las guitarras acústicas, es común ver el puente con sillitas compensadas a varios niveles para ajustar la longitud de cada cuerda según la tensión que genera. Esto se debe a que al colocar los trastes se produce una ligera desafinación en cada cuerda que se ajusta mediante la compensación de escala. La guitarra, como instrumento temperado, está sujeta a estos pequeños desajustes casi inapreciables generados por la división interválica.
Si se cambia el grosor de las cuerdas, es probable que se deba retocar la octavación e incluso el ajuste del alma. Sin embargo, cuando se cambia de un calibre a otro idéntico, no debería haber muchas fluctuaciones.
En las guitarras eléctricas, se puede ajustar la escala mediante unos pequeños tornillos que hay en el puente, uno por cada cuerda. De esta manera, se intenta que la distancia o escala sea exacta, haciendo que el sonido de una cuerda al aire sea el mismo que el que suena en el traste 12.
Con el uso, las guitarras se van desajustando y, sobre todo, por el desgaste de las cuerdas.
Para octavar las guitarras eléctricas, primero se debe verificar si la cuerda al aire y en el traste 12 tienen la misma nota en el afinador digital. Si no es así, en el caso de una guitarra española o acústica, el problema podría ser las cuerdas algo gastadas. Sin embargo, en otros casos, puede haber problemas algo más complejos que debería solucionar un especialista. Aunque la probabilidad de que el problema sea grave es muy baja
En resumen, ajustar tu guitarra en casa puede ser útil y práctico en tu rutina musical. Siempre es importante investigar y experimentar para encontrar el mejor ajuste para ti y tu guitarra. ¡Pero recuerda, si no estás seguro de lo que estás haciendo, es mejor dejarlo en manos de un profesional!