A principios de la década de 1950 se creía que era literalmente imposible que un ser humano corriese los 1000 metros en menos de cuatro minutos. Pero Roger Bannister, un joven atleta británico, no estaba de acuerdo y se preparó durante mucho tiempo para alcanzar esa meta.

La división del cerebro en dos mitades (hemisferio izquierdo y hemisferio derecho) es muy clara, como se puede observar en el vídeo de la neuroanatomista Jill Taylor titulado My Stroke of Insight. Aunque anatómicamente ambos tienen una apariencia similar, realizan funciones distintas:

Vaya por delante que mi intención no es deprimir a nadie ni ser pesimista, sino exponer brevemente algunas de las realidades que he conocido en estos años, directa o indirectamente. Aquí van, a mi juicio, las 5 frustraciones más frecuentes que sufre un músico al terminar sus estudios oficiales:

La práctica de la lectura a primera vista o repentización debe formar parte de la rutina de estudio diaria de cualquier músico. Aunque tradicionalmente ha sido una habilidad exigida casi exclusivamente a los músicos clásicos  (acceso a conservatorio, oposiciones, orquestas...), hoy en día supone una cualidad indispensable también para los profesionales de la música moderna (orquestas, musicales, acompañamiento de artistas...).

Estudiar un instrumento requiere una evidente destreza e implicación física, pero también una gran ejercitación mental que, en ocasiones, olvidamos. Estamos acostumbrados a pasar largas horas tocando y, muchas veces, incluso presumimos de ello. En realidad, resulta mucho más fácil y menos trabajoso estudiar cuatro horas seguidas que practicar mentalmente lo mismo durante una hora. En mi opinión, no solemos prestar la suficiente atención a esta práctica y creo que debe ser un complemento obligatorio a la práctica física.

1. Visualiza tu sueño. Imagina cuál es tu objetivo deseado en el mundo de la música, sin importar lo lejos que estés aún de él o que te parezca imposible realizarlo. Visualízate en esa situación con todo lujo de detalles y comenzarás a atraer la energía necesaria para lograrlo. Recuerda que los pensamientos crean nuestra realidad. Una vez tengas una ilusión, ahora debes moldearla hasta convertirla en un propósito claro y ver la mejor forma de llevarlo a cabo.

2. Se constante y disciplinado.