Estudiar mentalmente: la asignatura pendiente del estudiante de música
Estudiar un instrumento requiere una evidente destreza e implicación física, pero también una gran ejercitación mental que, en ocasiones, olvidamos. Estamos acostumbrados a pasar largas horas tocando y, muchas veces, incluso presumimos de ello. En realidad, resulta mucho más fácil y menos trabajoso estudiar cuatro horas seguidas que practicar mentalmente lo mismo durante una hora. En mi opinión, no solemos prestar la suficiente atención a esta práctica y creo que debe ser un complemento obligatorio a la práctica física.