LAYLA (1970): EL CLÁSICO DE ERIC CLAPTON
Eric Clapton es una auténtica leyenda viva de la guitarra, cuya influencia en la evolución de la música rock ha sido enorme. No en vano, fue uno de los primeros músicos que llegó a ser considerado un "héroe de la guitarra" (junto a su amigo Jimi Hendrix). Tanto es así que, de alguna manera, se desplazó el foco de atención del cantante solista al guitarrista y la guitarra se elevó hasta un lugar preeminente en los nuevos sonidos del rock.
El disco al que pertenece esta canción nace en un momento de angustia de Clapton, que se encuentra profundamente enamorado de Pattie Boyd, la mujer de su amigo George Harrison. Durante la grabación, la modelo y Clapton se veían a escondidas, aunque era difícil mantenerlo en secreto. No obstante, en un último intento de enamorarla definitivamente (y que, en consecuencia, abandonara a su marido), decidió escribir esta canción. Tal como cuenta el propio guitarrista en su autobiografía, el título está inspirado en La historia de Layla y Majnun, del poeta clásico persa Nezami, que le había contado su amigo Ian Dallas. La historia caló profundamente en Clapton y decidió usar el nombre de Layla a modo de pseudónimo.
Análisis musical
Contextualización
En 1970, el acontecimiento musical más importante fue, sin lugar a dudas, la separación de los Beatles, dejando paso a que cada uno de sus integrantes desarrollaran su estilo personal e iniciaran sus respectivas carreras en solitario. Por otra parte, se celebró uno de los últimos míticos festivales de rock: el festival de Isle of Wight, con la participación memorable de los Who, The Doors, Donovan y Jimi Hendrix, entre otros. Precisamente esta leyenda de la guitarra, venerada por el mismo Eric Clapton, moriría lamentablemente también por esas fechas. Finalmente, hay que mencionar que ese mismo año será también el momento en el que Clapton lance al mercado su primer disco en solitario: Eric Clapton.
Instrumentación
Además de la voz y los coros del tema, los instrumentos utilizados son: órgano y piano, guitarras (cinco guitarras eléctricas, una de ellas la guitarra slide de Allman, y una guitarra acústica), bajo y batería.
Estructura
- Introducción (riff)
- estrofa 1
- estribillo
- estrofa 2
- estribillo
- estrofa 3
- estribillo (X2)
- solo guitarra slide + coda
Tempo: 116 b.p.m
Letra
Gran parte del éxito del tema reside en su letra. Recordemos que cuando fue escrita, la intención no era crear una historia para el público, sino expresar directamente los sentimientos de Clapton hacia Pattie. Por eso le habla directamente a ella (bajo el pseudónimo de “Layla”). Es precisamente ese modo directo de la canción el que hace que el oyente se identifique aún más si cabe con la historia y los sentimientos del guitarrista.
Análisis general
El tema presenta dos secciones bien diferenciadas, siendo la segunda únicamente instrumental, a modo de coda, compuesta por Jim Gordon y añadida más tarde gracias al play back.
Comienza con una introducción a cargo del famoso riff de guitarra llevado a cabo por Duane Allman y cuya armonía, que será la misma que la del estribillo, gira en torno a los acordes de Dm, Bb y C (concretamente hace i-VII-VI-VII-i, secuencia bastante típica del rock). Este dramático riff, tal como confesó el propio Clapton, deriva de una adaptación acelerada de la melodía vocal de Albert King de su canción "As the Years Go Passing By”, perteneciente a su álbum Born Under a Bad Sign. Técnicamente se caracteriza por el uso de varias técnicas comunes de la guitarra como los hammer-ons (ligados ascendentes), pull-offs (ligados descendentes) y power chords (acordes de “quintas vacías”). El riff se repite dos veces sin acompañamiento y, a continuación, entra la batería y otras guitarras, repitiéndose cuatro veces más. Cabe destacar ahora la melodía variada que realiza la guitarra principal por las cuerdas agudas de la guitarra y con un característico uso del bending. Debemos recordar que en total hay cinco guitarras grabadas, lo cual hace que suene pesado y con fuerza.
Tras la agitada y enérgica introducción, Clapton entona la primera estrofa, con voz ronca y áspera, empastando con el sonido de las guitarras. Armónicamente, mientras la introducción se encontraba en el tono de Dm, la estrofa comienza con los acordes de C#m - G#m- C#m, lo cual hace pensar en un hipotético C#m natural (modo eolio). No obstante, pronto nos damos cuenta que, en realidad, nos hallamos en la tonalidad de E. En los dos últimos versos de la estrofa lo acordes son: A/F# - B – E – A – A/F# - B – E (véase la progresión de quintas que realiza el bajo durante todo el patrón), terminando en un Am (el V grado del modo menor natural de Dm), que sirve de impulso modal para entrar en el estribillo.
Durante los dos primeros versos, el bajo y la batería mantienen un ritmo bastante débil, yendo el primero prácticamente a negras con algunas síncopas, especialmente a final de compás, mientras que el segundo marca tímidamente los pulsos 2 y 4 (backbeat). No obstante, y después del redoble que realiza Jim Gordon, aumenta la intensidad de la estrofa con un bajo más potente y una batería más insistente, cuya subdivisión mínima pasa a ser la corchea. A todo esto hay que añadir la labor que realiza la guitarra solista que “frasea” a lo largo de la estrofa y que, en algunos momentos, parece que intenta imitar a la voz. La escala que utiliza es la pentatónica, añadiendo la blue note (nota blues) mediante la ejecución de bendings.
Una vez en el estribillo, se recupera el riff inicial de la introducción y con él la tonalidad de Dm. Encontramos ahora una mayor insistencia rítmica (tanto de la batería y del bajo, como de las múltiples guitarras que se escuchan) y la aparición de coros junto a la voz de Clapton. De esta manera, la textura pasa a ser de pregunta-respuesta, entre el coro y Eric Clapton. La voz, desgarrada y ronca, parece salir desde lo más profundo de su ser.
A continuación, aparece el virtuosístico solo de guitarra de Allman. Su guitarra slide, al igual que en otros temas del disco, logra unos niveles de interpretación y sensibilidad sublimes. El ámbito utilizado es muy amplio y, teniendo en cuenta el registro de la guitarra, muy agudo. Esto se debe a que gracias a estas técnica guitarrística es posible acceder a notas más allá del propio mástil. Además, hace uso del overdubbing.
Tras esta primera sección pasamos a la segunda, compuesta por el batería Jim Gordon. Se encuentra en la tonalidad de C, con una armonía bastante sencilla y estática. Junto al piano, destacan los fraseos con el slide que realiza Allman, así como el acompañamiento con la guitarra acústica de Clapton.
“Layla”: Versión acústica (1992)
En la década de los 90, y de la mano de la MTV, se puso de moda el término unplugged, comenzando la fiebre de dar conciertos acústicos sin una causa determinada. Muchos grupos pusieron en práctica con más o menos acierto esta modalidad de directo, siendo uno de ellos el propio Eric Clapton. Se trataba del primer disco que grabó después de la trágica muerte de su hijo y se convirtió en un gran éxito, ganando tres premios Grammy y convirtiéndose en el álbum más vendido de toda su carrera, especialmente gracias al éxito del tema “Tears in heaven” dedicado a su hijo.
En lo que se refiere a “Layla”, Clapton no sólo realizó una simple reinterpretación del mismo en versión acústica, sino que dotó al tema de una nueva personalidad que, a mi juicio, supera incluso la versión original. A continuación, comentaré brevemente algunas de las principales diferencias respecto a la versión original.
En primer lugar, y como es obvio, varía la instrumentación, que pasa de ser “eléctrica” a “acústica” (guitarra acústica, bajo acústico, percusión, piano…). Armónicamente, la estrofa comienza afirmando la tonalidad de C#m, al sustituir el G#m de la versión original por G#7. Esta tonalidad desaparece con la entrada del C a continuación, que podemos interpretarlo ya como un acorde préstamo de la tonalidad de Em, ya que el resto de la estrofa está en E. También hay alguna pequeña diferencia en el estribillo, donde encontramos un E7 (como dominante secundaria) o el A para acabar, en lugar de Am, lo cual añade mayor contundencia tonal. A todo esto hay que decir que ya no encontramos claramente power chords en la guitarra, ya que esta acompaña de manera más distendida y, en consecuencia, introduciendo frecuentemente los acordes completos.
Melódicamente, la voz varía considerablemente respecto a la original y, en lo que se refiere a los instrumentos, cabe destacar el hecho de que se omite el famoso riff de siete notas con el comenzaba el tema. Nos encontramos, en cambio, una introducción (seguramente improvisada) muy expresiva de Clapton con un sonido tan identificable y propio como el que tiene con la guitarra eléctrica. A lo largo del punteo hace uso de la escala pentatónica de Dm, a la que suma el segundo grado de la escala menor (mi), exactamente la misma que utilizó para el famoso motivo principal de la versión en eléctrico.
En cuanto al tempo, este es más lento que en el tema original, pasando de unos 116 b.p.m a unos 96 b.p.m., aproximadamente.
bibliografía
- Boyd, Pattie y Penny Junor. Wonderful Tonight: George Harrison, Eric Clapton, and Me. Crown Publishing Group, 2008. Comprar AQUÍ
- Carruthers, Bob. Eric Clapton: Uncensored and on the Records, 2011. Comprar AQUÍ
- Clapton, Eric. Clapton: La Autobiografía. Nueva York: Broadway Books, 2007. Comprar AQUÍ
- Pidgeon, John. Eric Clapton. Gijón: Júcar, 1989. Comprar AQUÍ
- Reid, Jan. Layla and other assorted love songs, Derek and the Dominos. Rodale, 2006. Comprar AQUÍ
- Schumacher, Michael. Crossroads: The Life and Music of Eric Clapton. Hyperion, 1995. Comprar AQUÍ
- Shapiro, Harry. Eric Clapton. Madrid: Cátedra, 1993. Comprar AQUÍ
- Whitlock, Bobby y Marc Roberty, Bobby Whitlock: A Rock 'n' Roll Autobiography McFarland, 2010. Comprar AQUÍ